Esta Navidad en el Poveda ha sido diferente. Aun así, hemos logrado mantener e incluso intensificar ese espíritu solidario que siempre ha caracterizado a nuestro Mayor en la época navideña a través de diversas actividades y sobre todo, con la campaña benéfica de Navidad.
La solidaridad es una virtud que en estas fechas debe estar, más si cabe, presente en nuestros corazones y en nuestras obras. Por este motivo, llevamos a cabo una recogida de alimentos y otros objetos para el barrio madrileño de San Cristóbal. Todas las colegialas intentamos contribuir con nuestro granito de arena sabiendo que un simple gesto para nosotras, puede convertirse en una gran ayuda para los residentes de un barrio tan desfavorecido y afectado especialmente en la difícil situación que vivimos.
Ese maravilloso proyecto tuvo un impacto fuera del Colegio, pero dentro de nuestro Mayor también intentamos mantener un ambiente navideño y familiar decorando el Colegio con adornos navideños y organizando la tradicional merienda de Navidad posterior.
Cuando ya el Colegio estaba lleno de esa ilusión navideña que lo caracteriza en estas fechas, en los siguientes días, celebramos el TAI o amigo invisible que consiste en decorar las puertas de las colegialas y regalar detallitos durante el fin de semana. Es una forma divertida para conocernos mejor, cuidar a nuestras compañeras y alimentar un espíritu alegre en las últimas semanas antes de irnos a casa a celebrar la Navidad.
La eucaristía previa a la cena navideña fue muy bonita, nos emocionó y preparó nuestro interior para el nacimiento del niño Jesús. Finalmente, la cena de Navidad nos unió a todas las promociones y fue el broche final a una celebración inusual en nuestro Mayor que las colegialas vivimos con gran ilusión.
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