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Ancla 1

Misión y proyecto educativo

El Colegio Mayor Padre Poveda, dirigido por la Institución Teresiana, está adscrito a la Universidad Complutense. Mediante la convivencia, las actividades y el acompañamiento personal, ofrece un clima educativo que favorece el estudio y el desarrollo de la persona, la vivencia de la fe y la responsabilidad social.

Señas de identidad

En la primera década del siglo XX el lugar de la mujer en la sociedad estaba reducido a aspectos concretos y restringidos a todo los que tuviera que ver con protagonismo social, cultural, académico, profesional y político.

 

San Pedro Poveda, atento a su tiempo, promovió la formación de la mujer y el desarrollo de sociedades cuya convivencia fuera justa y equitativa, promoviendo un necesario diálogo entre la ciencia y la fe. Múltiples textos de Poveda ponen de relieve el valor que concede al estudio, su apuesta por él, su afán por contagiar a las alumnas el gusto por aprender, por participar, por ampliar el horizonte.

 

Desde los comienzos, las propuestas educativas impulsadas por Pedro Poveda están basadas en el humanismo cristiano. Permanecen sensibles a las realidades sociales menos favorecidas y tienen por finalidad realizar una aportación comprometida en favor de la dignidad de la vida y la igualdad de oportunidades, valores esenciales de profunda raíz cristiana.

 

Así mismo, favorecía “un suave espíritu religioso” y una formación moral. “El espíritu religioso no se impone, sino que se siente”. Respecto a la convivencia, Poveda pone la referencia en la “vida de familia”, aspirando a que las residentes se sientan como en su casa. El ambiente familiar constituye el rasgo esencial de la pedagogía povedana. Desde esta clave, San Pedro Poveda señala las características que definen su diseño educativo: paz, sinceridad, sencillez, firmeza y amor, naturalidad, simpatía, respeto, responsabilidad y participación.

Propuesta educativa

Siguiendo el legado de San Pedro Poveda, nuestra propuesta educativa está basada en el humanismo cristiano, que él califica de humanismo verdad. Se busca como objetivo central favorecer las condiciones para que cada colegiala pueda cultivar la interioridad, las relaciones humanas, y pueda abrirse al misterio último de su existencia. Así podrá crecer en generosidad para contribuir a un mundo mas humano. Es decir, se trata de que pueda desarrollar una vida verdaderamente humana.

 

En la pedagogía povedana el amor es el eje del proceso de humanización. El amor propicia un ambiente de familia, alegría, comunicación y cordialidad. Se expresa en gestos acogedores, en acercarse al otro con inmenso respeto y cariño, favoreciendo la comunicación. San Pedro Poveda, quien siempre habla de amabilidad, de ambientes familiares, de cercanía, también reconoce la mansedumbre y dulzura como expresiones del amor. Por eso recomienda: “Con dulzura se educa, con dulzura se enseña, con dulzura se invita a la virtud, con dulzura se enseña la enmienda (…) Con dulzura se gobierna bien, con dulzura se hace todo lo bueno”.

Proyecto educativo

Los objetivos del proyecto educativo resaltan la centralidad de la persona (de cada una de las jóvenes) que es la que se define ante su realidad, ante su fe, ante sí misma y ante el mundo que le toca vivir. Cada una es, en última instancia, responsable de su propia formación.

En el Colegio Mayor Poveda la formación se desarrolla a través de las actividades y del acompañamiento personal. Las áreas formativas, que son complementarias y atienden a la totalidad de la persona.

Desarrollo espiritual y crecimiento personal

Nuestro proyecto pone a la persona en el centro del proceso educativo acogiendo a cada alumna en su originalidad y potencialidades, procurando que cada una pueda dar lo mejor de sí, respetando sus ritmos de trabajo, sus intereses y facilitando la búsqueda de aquello que mas la realiza como persona. Para ello, el Colegio fomenta: 

  • Ambientes expansivos de familia que favorecen el crecimiento y maduración personal.

  • Condiciones que favorezcan la convivencia y comunicación. 

  • La participación de todos en la vida colegial, o en otros ámbitos, de modo dinámico, abierto e inclusivo.

 

Esta propuesta educativa tiene un enfoque evangelizador y, en consecuencia, pastoral; una de las dimensiones que lo desarrolla explícitamente es la dimensión espiritual. Por lo tanto, promueve un proceso de formación en la fe y educación en valores desde el Evangelio.

 

Para el crecimiento y personalización de la fe ofrecemos: 

  • Experiencias que favorezcan la interiorización, el silencio y la apertura a la trascendencia. 

  • El diálogo que respete la libertad y las propias creencias. 

  • La celebración y vivencia personal y comunitaria de la fe cristiana.

Desarrollo social

La dimensión social y solidaria es parte integral del humanismo cristiano. Por lo tanto, el Colegio Mayor Poveda: 

  • Potencia la búsqueda del bien común desde los valores de justicia, paz y respeto a la dignidad de la persona. 

  • Se compromete con las necesidades de la sociedad y de nuestro mundo, especialmente con los más desfavorecidos. 

  • Suscita la participación de todos en la vida colegial, o en otros ámbitos, de modo dinámico, abierto e inclusivo.

Desarrollo intelectual

La preparación intelectual es condición indispensable para al desarrollo integral de la persona, para el trabajo profesional y para una presencia cualificada de la mujer en la sociedad y la cultura. Por ello, el Colegio Mayor Poveda: 

  • Ofrece un clima de estudio como medio de inserción en la cultura, de capacitación profesional y espacio donde se hace posible el diálogo y encuentro entre disciplinas y especialidades. 

  • Colabora al desarrollo de la personalidad buscando unidad y coherencia entre pensamiento--‐sentimiento--‐voluntad. 

  • Favorece la expresión cultural y artística

Pilares del proyecto educativo

La misión de los colegios mayores de la Institución Teresiana se centra en la formación integral de la mujer por medio de la fe y del estudio desde el carisma de Poveda como un proceso gradual que llega hasta la edad adulta. El lugar que ocupa la acogida y la integración “adecuadas” de las nuevas colegialas en el Colegio Mayor Padre Poveda es primordial si esperamos que la persona responda al potencial educativo que le brinda el Proyecto para este momento de su vida universitaria. 

El Proyecto Educativo del Colegio Mayor está sostenido por los siguientes aspectos: 

Estudio

El estudio es uno de los objetivos principales de la estancia en el Colegio Mayor. Para que sea posible el rendimiento académico de las estudiantes y, a su vez, las colegialas estén abiertas a la formación cultural que les proporciona el Poveda, el Equipo Directivo y las colegialas buscan juntas los medios para este fin. 

Las colegialas sienten la responsabilidad de organizar su tiempo de estudio y de participación en la vida colegial. Se ve necesario cuidar este espacio, para que ni las excesivas salidas, ni los múltiples eventos de la ciudad universitaria impidan a las estudiantes centrarse en sus clases y en la vida colegial desde su comienzo. 

Convivencia

La persona que viene a nuestro Colegio Mayor, desde el momento de su llegada, se ha de sentir confiadamente acogida para así poder iniciar con serenidad e ilusión sus estudios y desarrollar, a su vez, sus capacidades y valores, a través de un ambiente cálido y familiar donde pueda ser “ella misma” y hacer opciones libres y responsables al tiempo que es protegida su dignidad e integridad personal y la de sus compañeras. Nada de lo que provoque en ellas “temor, sumisión o aceptación pasiva” es admisible nuestra convivencia. 

Este clima de acogida es brindado a las nuevas colegialas desde el momento en el que hacen la entrevista y son admitidas en el Poveda sin distinción entre ellas y las compañeras que llevan más tiempo, exceptuando la adaptación y asimilación del Proyecto Educativo por parte de las estudiantes que ya han hecho un recorrido. Por esta razón toda postura de superioridad, imposición o clasismo entre las colegialas no tiene lugar posible en nuestro ambiente colegial. 

Desde el primer día de su estancia en el Colegio Mayor las nuevas colegialas se implican en una convivencia caracterizada por el diálogo sincero y sin coacción, y por actitudes honestas y verdaderas que puedan superar cualquiera de los conflictos que en ella se generen. 

Las sugerencias y propuestas que hacen las colegialas con la finalidad mejorar la convivencia y la participación son acogidas a través de los órganos colegiales y mediante un diálogo claro, comprensivo con las situaciones que presentan, cercano y consensuado entre el Equipo y las colegialas. 

Las actividades que se organizan en el Poveda cada comienzo de curso, para acoger a las nuevas colegialas e integrarlas con el resto de sus compañeras en la vida colegial, tienen el sello de un modo de pensar y hacer povedano, desde la naturalidad en el modo, la verdad en las intenciones y la alegría y confianza en los logros. 

Participación

La implicación de las colegialas en la marcha de las actividades es clave fundamental de nuestro Proyecto y es un deseo por parte de las colegialas participar en la gestión y desarrollo de las actividades.

 

Desde los comienzos, San Pedro Poveda recomienda que las colegialas “participen en todo aquello que comprendáis les ha de ser grato, procurando que lo sea todo lo que pueda reportarles provecho (...) comenzando por la participación en planes y proyectos.”

 

Todas estas claves nacen de la fe que San Pedro Poveda siempre tuvo en la juventud y en su capacidad de compromiso. Por eso escribió aquellas palabras casi utópicas: “¡Oh juventud, arma poderosa, brazo casi omnipotente, fuerza del mundo!” Poveda imaginaba esa juventud unida para el bien, para la generosidad, para la entrega y afirma: “¿Qué podéis hacer? Vosotros podéis conquistar el mundo, ni más ni menos.” 

Integración

La pertenencia al grupo así como la vivencia de sentirse integrado en el mismo es una de las claves fundamentales para que la experiencia de convivencia en el Colegio Mayor sea plena. Como ya se ha expresado anteriormente, las sugerencias y propuestas que hacen las colegialas para fomentar la participación y la acogida de las nuevas son expuestas y recogidas a través de los órganos colegiales en diálogo con el Equipo. 

Es muy frecuente escuchar que las novatadas son una forma de integración (en ocasiones esta idea es llevada al extremo en términos que sugieren que las novatadas son la “única forma de integración posible”) en el Colegio Mayor. Sin embargo, la postura del Colegio es que la integración ocurre en muchas ocasiones a pesar de las novatadas y no gracias a ellas. Es cierto que en tiempo de novatadas se genera mucha interacción entre los miembros de las diferentes promociones, se facilita el conocimiento de unas y otras así como de algunas tradiciones y formas de funcionamiento del Colegio Mayor. Sin embargo, como también ha sido expuesto anteriormente, estos beneficios pueden ser alcanzados a través de otras actividades que no conlleven los claros efectos negativos que sí acarrean las novatadas en todos los agentes implicados. 

Es claro además, que cada año se produce una fractura más o menos grave y más o menos visible entre quienes participaron en novatadas y quienes no lo hicieron. Esto último convierte las novatadas en una forma de integración injusta y poco libre, que tiene poco en cuenta la personalidad y la unicidad de las colegialas que entran nuevas. El testimonio de quienes han sufrido esta exclusión por parte del grupo es a menudo distinto al testimonio de quienes defienden estas prácticas, que suelen negar que esta exclusión se produzca.

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